2.5.08

A Manuel Acuña



Às vezes divirto-me com as pesquisas do Google que remetem pobres incautos para este blogue. Ontem, por exemplo, alguém buscou "A ROSARIO". Fui à origem, era tentador ver se me encontrava, e em que lugares estranhos. Como o anónimo internauta, falhei a pesquisa. Mas descobri um poeta, mexicano, chamado Manuel Acuña (1849-1873). Acuña escreveu um poema, "Nocturno a Rosario", que é uma elegia à mulher que amou e que o rejeitou por ser casada. Acabou por se suicidar com apenas 24 anos e esse poema é uma despedida. Leiam o melancólico e trágico "Nocturno a Rosario", aqui, que eu decidi não o transcrever. Arre culpa!

José Martí, o famoso poeta e herói cubano, comentou o suicídio de Acuña: «Hoy lamento su muerte: no escribo su vida; hoy leo su nocturno a Rosario, página última de su existencia verdadera, y lloro sobre él, y no leo nada. Se rompió aquella alma cuando estalló en aquel quejido de dolor. El estaba enfermo de dos tristes cosas: de pensamiento y de vida. Era un temperamento ambicioso e inactivo: deseador y perezoso: grande y débil. Era una alma aristocrática, que se mecía apoyada en una atmósfera vulgar. El era pulcro, y murió porque le faltaron a tiempo pulcritudes de espíritu y de cuerpo. ¡Oh. la limpieza del alma!: he aquí una fuerza que aun es mejor compañera que el amor de una mujer. A veces la empaña uno mismo, y, como se tiene una gran necesidad de pureza, se mesa uno los cabellos de ira por haberla empañado. Tal vez esto también mató a Manuel Acuña; ¡estaba descontento de su obra y despechado contra sí! No conoció la vida plácida, el amor sereno, la mujer pura, la atmósfera exquisita. Disgustado de cuanto veía, no vio que se podían tender las miradas más allá. Y aseado y tranquilo, acallando con calma aparente su resolución solemne y criminal, olvidó, en un día como éste, que una cobardía no es un derecho, que la impaciencia debe ser activa, que el trabajo debe ser laborioso, que la constancia y la energía son las leyes de la aspiración: y grande para desear, grande para expresar deseos, atrevido en sus incorrecciones, extraño y original hasta en sus perezas, murió de ellas en día aciago, haciéndose forzada sepultura; equivocando la vía de la muerte, porque por la tierra no se va al cielo, y abriendo una tumba augusta, a cuya losa fría envía un beso mi afligido amor fraternal.»

Fixo que "que a impaciência deve ser activa" e leio outros poemas de Acuña. Acabei por cair num certo enamoramento. Tão romântico e tão cru, este Manuel Acunã! "Una Limosna" acabou por ser o meu poema preferido. Fala de um México que ainda existe. Fala de uma miséria que o progresso de quase dois séculos não extinguiu. Mas dizia José Martí, "Disgustado de cuanto veía, no vio que se podían tender las miradas más allá."


UNA LIMOSNA
A mi querido amigo A.F. Cuenca.

¡Entrad!... en mi aposento
donde sólo se ven sombras,
está una mujer muriendo
entre insufribles congojas...
Y a su cabecera tristes
dos niñas bellas que lloran,
y que entrelazan sus manos
y que gimen y sollozan.
Y la infeliz ya no mira
ni tiene aliento en la boca,
y cuando habla sólo dice
con voz hueca y espantosa:
"¡Yo tengo hambre! ¡Yo tengo hambre!
Por piedad ¡Una limosna!"
Y calla... y las niñas gimen...
y calla... y el viento sopla...
y llora... y nadie la escucha,
¡que nadie escucha al que llora!
...........................................
¿Y la oís? - ¡Ay!, hijas mías
vanse por fin a quedar solas...
solas... y sin una madre
que os alivie y que os socorra...
solas... y sin un mendrugo
que llevar a vuestra boca...
Adiós... adiós... ya me muero...
ya no tengo hambre...
y la mísera expiraba ¡"Una limosna"!
entre angustias y congojas,
mientras que las pobres niñas
casi locas, casi locas
la besaban y lloraban
envueltas entre las sombras.
Después... temblando de frío
bajo sus rasgadas ropas,
caminaban lentamente
por la calle oscura y sola,
exclamando con voz triste
al divisar una forma;
..."¡Me muero de hambre!"
Y la otra...
...¡"Una limosna"!

Enero de 1869.

1 comentário:

Anónimo disse...

¡Qué hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma,
los dos un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Dios!

Só não percebo aquela ideia de meter a mãe entre os dois!

satisfecho